El próximo regalo de tu hijo puede ser un juguete de inteligencia artificial

Sophia Valentina, de seis años, está sentada bajo un árbol de Navidad decorado mientras desenvuelve su regalo: un pequeño robot de color lavanda, cuya cara es una pantalla y en cuyo cuerpo hay un altavoz incrustado. “Hola Miko”, dice Sophia, y el dispositivo basado en inteligencia artificial se ilumina con ojos redondos y cejas azules.

A principios de diciembre, Sara Galván compró Miko Mini, un compañero robótico de 99 dólares integrado con modelos de inteligencia artificial, así como GPT-3.5 y GPT-4 de OpenAI, con la esperanza de que ayudaría a educar a sus hijas en casa.

Durante el último mes, Sophia ha utilizado a Miko para resolver problemas de matemáticas, escuchar historias de princesas y hacer preguntas como “¿de qué forma se celebra la Navidad”, dijo Galván.

“Empiezan a aprender de forma autoguiada, lo cual es enorme para nosotros con la educación en casa y les ayuda a expandir su curiosidad y sus mentes”, agregó.

Miko, que también puede participar en juegos como el escondite, es parte de un grupo cada vez mayor de costosos robots impulsados ​​por GPT que ingresan al mercado de los juguetes.

Algunos juguetes de inteligencia artificial se promocionan como una forma de entretenimiento sin pantallas que puede involucrar a los niños en conversaciones y aprendizaje lúdico, como Grok, un peluche de 99 dólares  que puede responder preguntas generales (no debe confundirse con Grok, el competidor ChatGPT de Elon Musk, aunque el juguete Grok tiene la voz de su exnovia Grimes).

Otros afirman ofrecer funciones adicionales más allá de la narración y las actividades de aprendizaje.

Está Fawn, un tierno ciervo bebé de 199 dólares destinado a brindar apoyo emocional, y Moxie, un robot de color turquesa de 799 dólares que puede recitar declaraciones y realizar ejercicios de atención plena.

Estos amigos robóticos están diseñados no sólo para ayudar a los niños a crecer académicamente y mejorar sus habilidades de comunicación, sino también para enseñarles cómo lidiar con sus emociones en momentos de angustia.

FORBES

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