MÉXICO POPULAR

La evolución de los corridos
Por Carlos V Domínguez

Hoy por hoy, los corridos tumbados son un género musical que ya estableció su nicho dentro de la melodía nacional, pues ya muchos han sido los artistas que dejaron su huella con el regional mexicano, tales como Natanael Cano, Peso Pluma, Junior H o Gabito Ballesteros. Con este en mente y un futuro cuanto menos próspero para el género, es un buen momento para retroceder en el tiempo y ver el camino por el que han pasado para convertirse en lo que representan actualmente.

Si se quiere comenzar a hablar del regional mexicano, hay que recalcar que este género es casi igual de longevo que el país de donde surge. Las primeras canciones que se pueden considerar como corridos surgen en la Revolución, relatando la vida, costumbres y hazañas de héroes y personajes participantes como una forma de propaganda o admiración a estos mismos. El nombre «Corrido» viene de la composición de las letras, ya que se escribían de corrido (sin repetir estrofas y contando una historia de manera continua).

Algunas de las obras a destacar podrían ser “Adelita”, “Carabina 30 30”, “La Valentina” o el corrido “La toma de Zacatecas”. Desde estas épocas ya podemos darnos cuenta de la tendencia que tenían los corridos desde sus inicios a alabar figuras que retaran o se opusieran a la autoridad (siendo en este caso los revolucionarios).

Tiempo después de la Revolución, México entraría en la era contemporánea, entre 1970 y 1980 el género empezó a tomar aires del narcotráfico, que empezaba a ser una realidad en el país, incluso hay testimonios sobre narcotraficantes que en su momento pagaban para que cierto grupo compusiera un corrido en su honor. Los grupos que lograron darse a conocer fueron Carlos y José, Los incomparables de Tijuana, Los Cadetes de Linares, Los 4 de Arranque y entre ellos el mayor exponente de la era dorada del corrido: Chalino Sánchez.

Tal fue la relevancia e impacto que tuvo Chalino Sánchez en el género, que se tiene que hablar de su historia como persona antes de su carrera musical. Rosalino Sánchez Félix, nació el 30 de agosto de 1960 y desde joven tuvo una vida muy violenta, pues se dice que la razón por la que emigró a Estados Unidos, fue por haber asesinado al hombre que presuntamente abusó de su hermana Juana Sánchez Félix (este suceso marcó tanto a Chalino, que compuso su propio corrido “Corrido de Rosalino”).

Ya en Estados Unidos, Rosalino también fue notificado sobre la muerte a mano armada de su hermano Armando Sánchez. Esta serie de vivencias fueron una gran influencia sobre el joven para iniciar a cantar narcocorridos, cosa que le cambiaría la vida; el éxito que tuvo se debía a cómo lograba plasmar su pasado en cada canción que interpretaba.

El 15 de mayo de 1992, Chalino volvería a México para dar un concierto en el salón Bugambilias, Culiacán. Esa noche cantó varias de las que son sus canciones más recordadas, como “Los chismes”, “Nieves de enero” y “Alma enamorada”. En una parte del concierto, Rosalino recibió una amenaza por escrito donde se le advertía sobre seguir con el concierto, carta que a Chalino Sánchez no le importó en lo absoluto, terminando el concierto como cualquier otro. Lamentablemente la amenaza no sería un juego y al día siguiente, Rosalino fue encontrado muerto en el canal por un grupo de campesinos, dejando así, un gran legado dentro del regional mexicano.

Ya vista la historia del regional tradicional, tenemos que hablar de cómo pasamos del Corrido a Corrido Tumbado.

El primer punto que debemos analizar es la creación de Rancho Humilde, una disquera dirigida por Jaime Alejandre, mejor conocido como Jimmy de donde salieron exponentes del regional como Natanael Cano y Junior H. Jimmy fue un joven que emigró a Estados Unidos desde adolescente con la intención de promover el regional mexicano, dándose cuenta que las nuevas generaciones mexicanas y/o chicanas ya no escuchaban el regional y preferían otros géneros más actualizados.

En una entrevista, Jimmy dijo haberse dado cuenta de que la narrativa del corrido tradicional ya no era atractiva ni lograba que los jóvenes se identificarán con ella. En pocas palabras, una letra como “Tomando en el rancho con mis compas” ya no era algo con lo que se pudieran identificar los jóvenes, además de que los instrumentos usados o la forma en que se utilizaban, tampoco convencía a las nuevas generaciones.

Por lo que aquel grupo de artistas emergentes tomaron las flaquezas halladas en el género y les dieron solución de la forma en que a ellos más les parecía, dando origen a los corridos tumbados (algo importante es que la palabra tumbado se eligió para dar a entender que el género era más citadino o de barrio). Los corridos tumbados toman todo lo bueno y memorable de los corridos de antaño y lo fusionan con elementos del rap, como el bajo escuchado en las instrumentales, lírica mucho más rápida o “agresiva” de algún modo y lo más importante, letras renovadas y actualizadas, ahora tratando temas más personales como la superación personal, problemas del pasado o el desamor.

Este tipo de narrativas dio en el clavo con las nuevas generaciones, pues cantantes como Natanael Cano, Junior H, Gabito Ballesteros y poco tiempo después Peso Pluma, despegaron rápidamente en popularidad. Ya hoy en día, los corridos tumbados son un género en crecimiento, pues además de los cantantes que ya conocemos, otros se han sumado a la tendencia, ejemplos de esto son Óscar Maydon o el joven cantante Kevin AMF.

Para acabar con broche de oro, es importante pensar en que esta rama del regional mexicano no sólo es una alteración o modernización de lo que se conocía como corrido, es una forma de ver nuestros cambios como sociedad, ya que el género se mantuvo desde los tiempos de la Revolución hasta la actualidad; mostrando que la historia y cultura mexicana siempre se preservará, de alguna u otra manera.

Sólo me queda agradecer por el espacio que se me ha dado en La Paradoja y esperar poder seguir trayendo este tipo de textos sobre cultura popular mexicana.

Mostrar más
Botón volver arriba