SE TIENE QUE DECIR

Anteponer la soberbia a los intereses del país, ya es una constante
Por CACHO

En su programa doctrinario matutino del pasado miércoles, Andrés Manuel López Obrador, titular de Poder Ejecutivo Federal, amenazó con no acudir al encuentro de los líderes de América del Norte, que está previsto para celebrarse el mes de abril en Quebec, Canadá.
Su pretexto, que no argumento, es que solo asistirá a la cumbre si México recibe un trato respetuoso por parte de Estados Unidos y Canadá, en alusión a los reportajes publicados por medios estadounidenses que señalan a sus allegados de tener vínculos con el narcotráfico.
“Si no hay un trato respetuoso, no participo”, dijo.
Pero hasta ahora, ni Joe Biden, ni Justin Trudeau han hecho alusión alguna a las publicaciones hechas por medios de información prestigiosos de los Estados Unidos en los que se vincula a personajes cercanos a López, con pagos abonados por el crimen organizado para apuntalar sus campañas presidenciales de 2006 y 2018.
López pidió a sus homólogos de EU y Canadá abstenerse de la “guerra sucia” en su contra y volvió a quejarse de que sectores de la oposición impulsen una campaña en redes sociales en la que lo acusan de ser un “narcopresidente”.
Eso es lo que le puede, que lo relacionen con el crimen organizado… el país, como se ve a la fecha, le importa poco menos que nada.
Además, la etiqueta #NarcoPresidente, la usan los ciudadanos de a pie, en las redes sociales, no los mandatarios de los otros dos países de América del Norte.
Pero luego, en lo que se aprecia cada vez más en López, como una patología, declara en su mañanera, como lo refiere una publicación del diario español El País, que “me gustaría que el presidente Biden y sus asesores, que el primer ministro Trudeau, conocieran la campaña de ‘AMLO presidente narco”, dijo el presidente, “para que no participen en esta guerra sucia”. El mandatario aseguró que se trata de una ola de ataques impulsada por “la mafia del poder económico y el poder político”.
Cabe entonces aquí la pregunta ¿por qué les pide a sus homólogos lo respeten, si él mismo está proponiendo que conozcan la supuesta campaña en su contra?
Sí está para pensar en que es un caso patológico el de López.
Ahora bien, eso de que “no voy si no respetan a México” suena más a curarse en salud, pues si sale del país, no habrá “pueblo bueno y sabio” que lo proteja, pues ya se sabe que la DEA ha investigado, aunque no ha llevado a os juzgados a nadie, los movimientos del dinero del crimen organizado en las campañas políticas mexicanas.
Además, el general Glen VanHerck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, ha asegurado en el pasado que el narco controla entre 30% y 35% del territorio del país (obviamente México).
Evidentemente que la reunión de los lideres de América del Norte, que tiene la finalidad de dialogar y concretar acuerdos que permita a los tres países mejorar en sus relaciones, comercio e intercambio tecnológico, no es para denostar a México.
Tampoco para enlodar a López.
Pero el león piensa que todos son de su condición.
Y para no extendernos más en este tema, pues se puede especular que viendo las barbas del vecino cortar, está poniendo AMLO las suyas a remojar, lo anterior por lo que le sucedió al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien está siendo enjuiciado en un tribunal federal en Manhattan, acusado de gobernar su país como «narcoestado».
Aunque el arresto del ex mandatario centroamericano se dio cuando ya no fungía como presidente de Honduras.
Así que ¿miedo?
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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