EL HILO DE ARIADNA

Gil del Bosque en el Tercer Festival de Jazz en Chihuahua.
Un vínculo entrañable
Heriberto Ramírez

Las viejas y débiles raíces del jazz en Chihuahua han renacido de sus cenizas. El Tercer Festival de Jazz Armando Núñez le ha vuelto a la vida a este cada vez más sofisticado género musical. Si bien nació en Nueva Orleans se ha extendido por todo el globo.
El nombre del Festival le viene de nuestro mal logrado amigo y maestro de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, quien falleciera en hace apenas pocos años en 2021. Sus colegas, amigos y estudiantes decidieron que esta era la mejor forma de preservar su memoria. Pues él en su condición de docente y funcionario en la Facultad se empecinó en el diseño de una maestría en producción musical con énfasis en el jazz.
Quien se echó a cuestas esta loable labor fue su compañero de causa, saxofonista y compositor Mario Montes, el director del Festival. En esta tercera edición se ha enriquecido de una manera progresiva, con invitadas e invitados de solventes trayectorias musicales. Entre ellos está la de Gil del Bosque, saxofonista que vino de Austin Texas y compañero de Armando Mandys en la escuela de música Denton Texas, donde realizaron una maestría en improvisación musical.
Gil del Bosque abrió este tercer Festival en el espacio de la Casa Redonda, el viernes 26 de abril, acompañado de músicos locales, entre ellos Ariel Solís, Roberto Sánchez Picasso y Héctor Villalobos. Con composiciones de su autoría y del propio Mandys. La numerosa audiencia que se dio cita pudo disfrutar de un extraordinario concierto.
Con la mediación gentil de Luly Sosa, Gil, una persona sencilla, amable y cálida, se dio un espacio para conceder una entrevista para El Hilo de Ariadna y conversar sobre su vida, su obra y su relación con Mandys. Abrió su expediente familiar y contarnos que su madre es de origen mexicano, avecindada en Matamoros, y que como suele ocurrir en la frontera pasó al lado americano, en Brownsville Texas, a tener su parto, seguramente penando en que al darle a su hijo la nacionalidad americana este tendría un mejor horizonte. Se reconoce como un “anchor baby”.
Su padre también de origen mexicano pero desde siempre ausente llevó a su madre a contraer matrimonio con un americano que dice Gil ha sido su verdadero padre. Permaneció en Matamoros hasta los cinco o seis años, luego de ahí pasó a estudiar en el otro lado de la frontera.
A la pregunta sobre su inicio en la música y su relación con el sax, explica que fue durante la escuela a la edad de 11o 12 años, donde tocaba música clásica, pues en Brownsville no había jazz, después de estudiar con distintos maestros se dio cuenta que no era lo que estaba buscando, hasta que encontró en el jazz las formas expresivas para su música.
Confiesa que en un principio escuchó “A love supreme” de John Coltrane sin ser capaz de poder descifrar toda la potencia de su lenguaje musical, si bien ahora es uno de sus favoritos. Y que fue Charly Parker, al que él considera el verdadero padre del jazz moderno el que verdaderamente lo cautivó. Reconoce otras influencias en R&B y en saxofonistas más convencionales como David Sample.
Finalmente, esto lo llevó a estudiar jazz en Denton Texas donde conoció a Armando Núñez, con quien cultivó una amistad entrañable, del que dice era muy buen estudiante, que se encontraba a otro nivel, pues Gil cursaba apenas la licenciatura. Lo describe como una persona que siempre estaba alegre y sonriendo y una de las más inteligentes que ha conocido.
También nos comentó haber estado ya antes en Chihuahua en uno de los festivales previos que le tocó coordinar a Mandys acompañando al trompetista de origen puertorriqueño Pete Rodríguez. A la pregunta de qué tan buena es la escena jazzística en Austin, hace referencia al amplio arco entre los grandes jazzistas como Herbie Hancock que les va bien. Que a él le va muy bien y suele tocar con cierta frecuencia en el club jazz Monk, uno de su preferidos, donde siempre vende todas las entradas.
Club, en el cual, por cierto, hizo un concierto tributo a Mandys que, que también fue trasmitido en línea, con músicos que casi todos los conocían, que fue muy emotivo, en que interpretaron música compuesta por el músico chihuahuense. De quien dice suele usar su libro Jazz Lexicón para sus clases.
Sobre la falta de espacios para tocar jazz en Chihuahua que le han comentado los estudiantes describe la experiencia de otros clubes de jazz en Austin, que muchos de ellos comenzaron convirtiendo sus casas en espacios para escuchar jazz. Invitando a que esta es una posibilidad abierta que valdría la pena explorar para crear esos espacios que hacen falta.
Sobre su disco “Here with you” hecho en colaboración con Armando Núñez, Pete Rodríguez, Dave Sierra, Adrián Ruiz y Eric Ross, en el cual ha tres piezas de Armando, cinco de Gil y una de Eric Ross, que fue resultado de un trabajo colaborativo donde Mandys tuvo un papel importante, aportando ideas a la propia música de Gil. Es un disco disponible en línea, descargable a un precio accesible en https://gildelbosque.com/album/912684/here-with-you.
Sobre la evolución y dirección del jazz contemporáneo coincidimos en que la fusión parece ser el horizonte más prometedor, en el cada quien puede poner algo de lo suyo. Y acerca de los músicos y estudiantes de jazz, dice que cada vez encuentra mejor nivel. En particular expresa su admiración por Ariel Solís que cada vez suena mejor. Se dice complacido de tocar con Picasso y Aguirre en la batería.
A quienes se inician les recomienda escuchar mucho jazz y tocar todo lo que más puedan, pues, dice, la música es una especie de conversación.
Finaliza nuestra conversación expresando con entusiasmo todas las ganas y las intenciones de regresar a Chihuahua.

 

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