La hipocresía y mezquindad en un proceso electoral teñido de sangre
Por CACHO
Faltan casi dos meses para que se lleven a cabo las elecciones en las que se renovarán la Presidencia de la República, nueve gobiernos estatales, 128 senadores, 500 diputados federales, además de cientos de presidentes municipales y diputados locales… y ya suman 27 aspirantes asesinados en un clima de violencia nunca visto en un proceso electoral en el país.
La cifra de candidatos malogrados – hasta el día dos del presente mes – fue dada a conocer por Laboratorio Electoral, una organización que busca impulsar la pedagogía electoral y la defensa de los derechos políticos-electorales, así como la observación el trabajo legislativo y la justicia electoral, de acuerdo con lo expresado en su sitio web.
Se definen de la siguiente manera: somos un laboratorio de ideas, (think tank) independiente, que promueve la investigación, reflexión y análisis en temas relacionados con las elecciones y la democracia en América Latina.
Pues bien, la cifra dada a conocer por Laboratorio Electoral, supera a los 24 candidatos asesinados que se registraron en el proceso electoral de 2018, por lo que la organización asegura que se “confirma que la violencia asociada a las elecciones ha tenido una tendencia de incremento preocupante”.
El más reciente hecho que tiñe de rojo las elecciones 2024 es el asesinato de la aspirante de Morena a la Alcaldía de Celaya, Guanajuato, Gisela Gaytán, quien fue atacada a tiros en plena vía pública, durante un mitin el pasado lunes en San Miguel Octopan.
Laboratorio Electoral presentó su informe el pasado martes – un día después del homicidio – en el que contabilizó hasta este martes 157 agresiones a aspirantes y personas relacionadas con el actual proceso electoral. De los cuales 51 fueron asesinatos, incluso los 27 eran aspirantes a algún cargo de elección popular, además de 9 secuestros, 22 atentados y 75 amenazas.
Algo está sumamente mal en este país.
Y de una manera aviesa y por demás hipócrita, el ente que preside este país, Andrés Manuel López Obrador, cual plañidera alquilada para un sepelio llora y despotrica contra el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, expresando en su programa de adoctrinamiento mañanero: “Como que el gobernador gobierna, pero no manda, para decirlo claro”.
Qué curioso, de los 10 estados con más muertes violentas en lo que va del año, seis son gobernados por Morena, dos por el PAN y otros dos por Movimiento Ciudadano, cuyo liderazgo es parte de la servidumbre de Palacio Nacional.
Pero eso no lo ve López.
A ver si a Evelyn Salgado, la gobernadora de Guerrero le dice también “Como que gobierna, pero no manda, para decirlo claro”.
O a Delfina Gómez, en el Estados de México, o a su exsecretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño que gobierna en Sonora y al parecer, según la lógica del bufón de Palacio, gobiernan, pero no mandan.
Otro dato que desnuda la desfachatez y cinismo del ocupante de la silla presidencial es que nueve de las 14 entidades donde han subido los homicidios dolosos en 2023 y lo que va de este año están gobernadas por Morena: Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Guerrero, Ciudad de México, Veracruz, Oaxaca, Sinaloa y Puebla.
Son datos duros, “no otros datos”.
El problema es que nos quieren “recetar” otros seis años en ese mismo tenor y a o que debemos sumar que en materia de salud y educación estamos hechos añicos.
Hay que detener esta tragedia que se cierne sobre México y debemos respaldar con nuestro voto la no continuidad de una administración que no ha sabido gobernar y con un sujeto al frente de ella que viola constantemente la Constitución y las leyes que de ella emanan.
Lo peor es que juró cumplirlas y hacerlas cumplir. Nos engañó.
No dejemos que subsista esa podredumbre humana que vicia el ambiente y está destrozando a nuestra nación…
Porque México nos pertenece a todos.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.