LA CORRUPCIÓN…MATA

“Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal, resulta ya no inmoral sino criminal y abominable” (Marco Tulio Cicerón).
Por: FerMan

Hablar de la corrupción en nuestro entorno, es sin duda un tema que deja un mal sabor de boca, es un fenómeno criminal que quisiéramos no existiera pero que, desafortunada e indudablemente, en ocasiones es el pan nuestro de cada día.
Como ya lo hemos señalado en anteriores publicaciones, la corrupción es tan perniciosa que debilita las instituciones del Estado y con ello, permite que se generen desigualdades sociales, aumento de criminalidad e impunidad, dando como consecuencia, violaciones graves a derechos fundamentales que un Estado de Derecho está obligado a garantizar.
Al hablar de nuestro entorno, nos referimos a las Naciones Latinoamericanas, y por supuesto a nuestro querido México. En dicho contexto, y con el ánimo de encontrar mecanismos eficientes y eficaces en el combate a tan perjudicial fenómeno criminal como lo es la corrupción, es que he estado realizando investigaciones en el ámbito local, nacional e internacional, logrando ubicar en éste último, dos Organismos Internacionales que por los resultados obtenidos en el combate a la corrupción e impunidad, merecen nuestra atención.
Me refiero a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y a la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad de Honduras. En cuanto a la primera de ellas, se ha logrado documentar lo referente a su creación y funcionamiento. Ahora empezaremos a abundar en lo relativo a quienes en su momento fueron los dirigentes de tan importante Comisión.
Por supuesto que, un Organismo Internacional de esa envergadura, tenía que ser dirigido por una persona de suma experiencia en la investigación y persecución del delito, en la impartición de justicia, con amplios conocimientos en la defensa de los derechos humanos y ante todo, con un gran compromiso en el combate a la corrupción e impunidad. Encontrar a la persona que reuniera dichas cualidad no era nada fácil. No obstante, la Organización de las Naciones Unidas, a través de su Secretario General era quien de acuerdo al mandato de creación de la CICIG, estipulaba que debía nombrar a quien fungiera como Comisionado del Ente Internacional, tal y como lo estipula el artículo 5 del referido Acuerdo, mismo que a la letra indica:
“Composición y estructura orgánica. I. La CICIG estará integrada por un/a Comisionado/a, el personal especializado que sea pertinente y una Secretaría. a) El Comisionado/a, designado/a por el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, será el responsable general de las actividades de la CICIG, representado a la Comisión ante el Gobierno de Guatemala, ante otros Estados y organizaciones locales e internacionales. Deberá ser jurista y poseer un alto nivel de competencia profesional en esferas directamente relacionadas con el mandato de la CICIG, particularmente los derechos humanos, el derecho penal y el derecho internacional, así como poseer una amplia experiencia en la investigación y el combate a la impunidad. El Comisionado/a informará periódicamente sobre las actividades de esta Comisión al Secretario General de las Naciones Unidas”.
Es así que, el Secretario General de la ONU, era el responsable de nombrar a la persona idónea para dirigir tan importante Comisión. En futuras publicaciones, haré referencia a la trayectoria de los Comisionados que estuvieron al frente de la CICIG.
“Fiat Justitia, Perea Mundus”.

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