Pegarle a su esposa le salió caro a Julio Urías, quien a pesar de que no irá a la cárcel sí estará en libertad condicional 36 meses y con estas posibilidades de jugar en México.
Cinco cargos de violencia no fueron suficientes para mandar al lanzador mexicano Julio Urías a la cárcel, aunque sí para ponerlo bajo libertad condicional los próximos tres años (36 meses), en los que su futuro como jugador tanto en la Major League Baseball (MLB) como en la Liga Mexicana (LMB) está en duda.
Sin refutar la violencia doméstica de la que fue acusado por un incidente con su esposa el año pasado a la salida de un partido del Miami Inter del astro argentino Lionel Messi, Julio Urías también afrontaba una acusación de agresión, otra por violencia doméstica con relación a una pareja sentimental y una más por detención ilegal, pero que finalmente fueron descartadas para no ir a la cárcel y poner en duda su futuro en el beisbol, incluida la LMB, al ser condenado a libertad condicional.